Una cultura del viaje acompaña el proceso expansionista de las principales naciones europeas durante los siglos XVIII y XIX, y una escritura que ha hecho del desplazamiento una tradición literaria ha sido central en la configuración de las formaciones culturales que alentaron el imaginario latinoamericano hasta las primeras décadas del XX. Escritores distintos y distantes, como Sarmiento, Martí o Alfonso Reyes abordaron la problemática de definir un espacio cultural, el del estado-nación en formación, tomando muchas veces la perspectiva de una identidad continental que se definía por contraste y, a veces, por oposición a los discursos cimentados desde los centros citadinos europeos.
En Viaje intelectual. Migraciones y desplazamientos en América Latina (1880-1915), Beatriz Colombi asume la tarea de rastrear esas confrontaciones a través de un abordaje ecléctico aunque riguroso, desde una perspectiva crítica articulada en la confluencia de un amplio espectro disciplinario que incluye tanto el campo de los estudios culturales (Said, Clifford y Pratt son algunos de los autores citados) como el de la teoría literaria (Barthes y Steiner, principalmente) y los estudios aportados por diferentes críticos latinoamericanos, entre los que habría que nombrar a Rama, Trigo, Ramos y Viñas, entre otros.