El diagnóstico de la Articulación Temporomandibular (ATM) debe basarse en una primera instancia, en la información recopilada del paciente a través del interrogatorio, la inspección, palpación y auscultación. Otros aspectos a tener en cuenta a la hora de evaluar el complejo articular son los tejidos orofaciales, los músculos vecinos, el estudio neurológico, el estudio de la oclusión, de los movimientos mandibulares y la identificación de los posibles hábitos Parafuncionales. Si bien todo lo anterior es imprescindible, debemos solicitar en la primera consulta una radiografía panorámica y en determinadas ocasiones apoyarnos en las diferentes técnicas de diagnóstico por imagen para poder arribar a un diagnóstico más certero. Si analizamos el aporte que realiza cualquier método de diagnóstico por imágenes, debemos tener en cuenta la calidad y cantidad de información que brinda el mismo. La importancia, específicamente, del diagnóstico radiográfico, radica en la extraordinaria nitidez de las delimitaciones estructurales del tejido óseo.