En 2016 los Estados, en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), suscribían la Declaración de Nueva York. Bajo esta Declaración, los Estados se comprometieron –entre otros asuntos- a elaborar dos pactos referentes a la movilidad humana: el Pacto Mundial para una Migración segura, ordenada y regular (GCM, por sus siglas en inglés) y el Pacto Mundial de Refugiados.
Asimismo, la motivación del GCM se encuentra alineada con el Objetivo 10.7 de la Agenda 2013 para el Desarrollo Sostenible, mediante el que se acordó la necesidad de la creación de un Pacto Global para la migración segura, regular y ordenada.