La dictadura tenía fecha de vencimiento, después de tantos desaparecidos, asesinados, torturados, después de tanto despotismo, los ciudadanos chilenos decían ¡basta!, con más del 55% de los votos Chile le decía a Augusto Pinochet que tenía que dejar el poder. Fueron 15 años de oscuridad y de usurpación del poder por un gobierno cívico-militar, donde los militares tenían la última palabra, respaldados por las armas y el terrorismo de Estado.
La presión internacional fue fundamental para llevar al régimen chileno a una consulta popular, los gobiernos democráticos de la región habían expulsado a los embajadores representantes de la dictadura de sus territorios y habían llamado a consultas a sus representantes en Chile, la condena a las actuaciones de Pinochet eran constantes, acompañadas por acciones concretas. El 5 de octubre de 1988 se convocó al referéndum y previo a esto se abrió un periodo de propaganda electoral, a través de la televisión nacional se empezaron a emitir las campañas para cada una de las opciones, 15 minutos para el sí y 15 minutos para el no.