Género que por su atención sobre lo individual y particular de una vida, sobrevivió a los embates del siglo pasado contra las totalizaciones de la Historia, la biografía permite no sólo el acercamiento a una trayectoria individual, sino el abordaje de las relaciones de ésta con su medio social, con la intrincada red de sujetos y experiencias que dan forma a una época. Paul Groussac. Un estratega intelectual, de Paula Bruno, responde a la posibilidad abierta por la figura del francés de revisar el espacio cultural del período modernizador de la Argentina iniciado en 1880, el cual coincide con el de mayor exposición del biografiado. La biografía de Groussac podría colocarse junto a aquellas otras biografías de figuras relevantes de la historia argentina como las publicadas en la colección “Los nombres del poder” por el mismo Fondo de Cultura Económica. Sin embargo, esta colocación contigua sería sólo productiva a una mirada contrastiva para una mayor comprensión de las variadas trayectorias de los personajes y para una observación atenta a los bifurcados senderos del jardín civilizado en el que Buenos Aires intentaba convertirse en el pasaje del siglo XIX al XX. El nombre de Groussac, por cierto, no pertenecía a los del poder: el francés llegó a Buenos Aires en 1866, sin diplomas ni profesión, ni conocimiento del español y con una carta de recomendación inservible.