“Auge y caída de las grandes potencias”, uno de los trabajos más reconocidos de Paul Kennedy, fue publicado en 1987. La tesis, enmarcada en perspectivas neorrealista e historicista, propone como hipótesis central que, en cada potencia que, entre el siglo XVI y el XX, se convirtió en el “número uno”, los poderes económico y militar han sido los pilares de su ascenso y establecimiento, lo que ha permitido la expansión de sus intereses y compromisos. Sin embargo, cuando el poder económico pierde fuerza como resultado de la erosión provocada por las dinámicas del sistema global, sumado a una excesiva extensión imperial, el poder militar también es afectado y mermado, causando el declive del liderazgo de ese Estado. Así, enfocado en Washington, el autor proveyó sustento histórico, así como variables teóricas, no para predecir el fin inminente de los Estados Unidos como potencia, sino su progresiva decadencia en las próximas (o actuales) generaciones.
Su siguiente trabajo fue publicado en 1993. “Hacia el siglo XXI”, luego del fin de la Guerra Fría y enfocado principalmente en Estados Unidos, planteaba nuevos desafíos dentro de la estructura del Sistema Internacional; los cambios demográficos, tecnológicos y medioambientales, así como el debate entre el declive o el renacimiento de la potencia norteamericana, manteniendo en este punto el eje de análisis entre sus características internas, su política exterior y los movimientos en la atmósfera del sistema global.