El 17 de enero el mandatario ruso Vladimir Putin realizó una visita presidencial a la República de Serbia. Si bien uno de los temas principales que se trató fue la mediación rusa en el conflicto entre Serbia y Kosovo por el estatus de este último, este evento se dio en un marco regional geopolítico desfavorable a los intereses rusos: el posible ingreso a la Unión Europea de Serbia y Montenegro, el acuerdo entre Grecia y Macedonia por el cambio de nombre a Macedonia del Norte y la incorporación de Montenegro a la OTAN.