En Naufragio con espectador (1995) el filósofo alemán Hans Blumenberg indaga la metáfora del espectador del naufragio en la distancia de la tierra firme, metáfora que interroga la relación del ser humano con el mundo. Esta obra constituye el punto de partida del tema propuesto por Yvette Sánchez y Roland Spiller a través de algunos interrogantes. “¿Cómo se ha representado la eliminación del puerto seguro, lugar que posibilita la observación y escritura de la Historia?” Si el observador abandona la perspectiva de la tierra firme, la seguridad de la distancia, también corre el peligro de naufragar. Pero gana otras posibilidades de interpretación, otros lugares desde donde mirar. Si la mirada es la del crítico literario, “¿cómo se escribe sobre el fracaso? ¿qué influencia tiene en el estilo y en el discurso literario?” (7) Cada artículo del volumen plantea entonces el tema del fracaso en relación con la literatura, destacando su lado productivo, pues “el éxito se mira como algo poco poético” (7). Por un lado, el fracaso se manifiesta en una poética caracterizada, a rasgos generales, por la ruptura, la distorsión, lo trunco –el fracaso del lenguaje– y, por el otro, con los temas que proporciona un espectro de conceptos afines tales como: el naufragio, la caída, la derrota, el desencanto, la ruina, el derrumbe, el colapso, el olvido, etc.