La tesis es un estudio antropológico de los grupos budistas zen de la Argentina cuyo objetivo es contribuir al conocimiento de una de las minorías religiosas menos estudiadas del ámbito local, aportando así al creciente corpus de trabajos sobre la pluralización del campo religioso argentino y sobre la dispersión del budismo en Occidente. El propósito específico es responder a la cuestión de cuál es el lugar que ocupa el ritual en la creación y la continuidad de los centros zen argentinos. En este sentido, se postula que el mismo constituye un elemento de cardinal importancia a la hora de crear un contexto religioso en el que personas de clase media, a menudo con un nivel de educación superior, practican meditación en el marco de una comunidad.