En los últimos años han surgido diversos trabajos críticos enfocados en una narrativa, publicada principalmente en la década de los ’90 y los comienzos del siglo XXI, en la que se configura un imaginario vinculado a las experiencias de desencanto, violencia, pérdida o duelo. Parece abrirse así la posibilidad de nuevos debates y análisis en torno a esta particular inflexión de la literatura latinoamericana del presente. En esta línea es que puede ubicarse la propuesta de la antología realizada por Fabry, Logie y Decock: los editores sostienen que el mito del Apocalipsis ha permitido desplegar un imaginario muy presente en la literatura latinoamericana, en particular durante los siglos XX y XXI, cuando se radicaliza y se vuelve central a partir de las traumáticas experiencias históricas sufridas.