En español
Vivimos en una realidad compleja, multidimensional y cambiante, donde el cumplimiento de los derechos de las personas es incompleto. Genera consecuencias indeseables entre las que destaca la inequidad en el acceso a la salud. Dispuestos a intervenir en tal problemática, se hace necesario comenzar por un análisis que incluya el respeto por las diferencias y considere de manera sustantiva la construcción intercultural e interdisciplinar. A nivel universal, las políticas sociales y económicas han generado una sociedad fragmentada. En el área de la salud, se asocia la inequidad referida a la oportunidad para acceder a la atención de la salud y ofrecer a todos condiciones similares ante la posibilidad de enfermar, sufrir discapacidades o morir. La desigual distribución del poder y del saber, se traduce en dificultades que enfrentan algunos grupos sociales para acceder a la información acerca de la salud propia y de la comunidad, tomar decisiones y actuar en consecuencia. Para postular una salud paratodos de calidad cabe sostener una mirada desde el paradigma de la complejidad. Esto exige reformular los postulados y desarrollos capitalistas, con su consecuente jerarquización de poder desde la estrategia de la Atención Primaria. Plantear cambios de paradigmas sanitarios sin contemplar cuestiones como “equidad” y “accesibilidad”, es imposible. La población general debe co-construir con los agentes en salud un sistema de salud más integral y real, no por ello utópico. Esto posibilitará a los trabajadores de la salud (salud mental en la cola del tren) brindar un servicio asistencial (diferente del asistencialismo) donde los receptores, los que requieran atención, de la mano de los encargados de desempeñar la labor sean quienes marquen el rumbo.
En inglés
We live in a complex, multidimensional and changing reality, where there prevails the complete fulfillment of the rights of persons, with the consequences that this entails in various areas. One is the unequal access to health.
If what we propose is to intervene in this problem, we need to start with an analysis in which prime the perspective of intercultural and interdisciplinary construction, emphasizing on respect for differences. At an universal level, social and political policies have generated a fragmented society. In the area of health inequity is associated with the opportunity of access to health attention and to be able to offer to all, similar conditions in front of the possibility of sickness, suffering, disability or death. The unequal distribution of power and knowledge is translated into difficulties into which some social groups are faced with, to access the information about personal and community health, to make decisions and to act in consequence. To postulate “health for all” demands a higher and complex look. This requires rebuilding developments and postulates of capitalism with its inevitable categorization of power from Primary Care strategy. To offer sanitary changes without contemplating factors like equity and accessibility is impossible. The general population must co-build a health system wholesome but not utopic in conjunction with health personnel. This will allow health workers (mental health in the train queue) to offer services where the patients, those requiring attention, will lead the change hand in hand with those in charge of their care.