Hace más de veinte años fui convocada a formar parte de esta Institución. Convivimos en una misma mesa colegas de distintas profesiones de la ingeniería con quienes además compartirnos pensamientos muy diversos, pero que lejos de interferir en nuestro propósito final, lo enriquecemos. Descubrí así la calidad de los dirigentes de estas asociaciones intermedias, libres y honorarias, que se destacan por el indeclinable esfuerzo que realizan, a pesar de la falta reconocimiento de sus méritos. Personajes que olvidando sus ambiciones propias, se brindan a su institución sin esperar retribución a cambio, focalizando sus luchas en el espíritu del bien común de la comunidad que representan.