La educación integral y la preparación de los ciudadanos para enfrentar la vida cotidiana ha pasado a ser una variable fundamental en la sociedad moderna, que se destaca por un constante y notable desarrollo tecnológico que asombra a muchos y que sienta las bases de nuevas formas de producción y consumo. Siempre la educación ha sido decisiva para el desarrollo y el progreso. Por esta razón es necesario eliminar toda causa que perturbe esta condición. A propósito de ello llama profundamente la atención, una serie de hechos que parecerían indicar, una tendencia de orientación de la educación hacia formas políticas partidistas.