Desafíos y propuestas para seguir aprendiendo sin encontrarnos (entre 4 paredes)

Abstract

El presente trabajo tiene como propósito compartir la experiencia de sus autoras en la adaptación de la cursada de una comisión de la asignatura Administración I, dictada en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata, en el marco de la suspensión transitoria de clases por la pandemia del COVID-19. El primer interrogante fue ¿Cómo continuamos el proceso de enseñanza y aprendizaje? En este sentido desde la Institución se dio una rápida respuesta, ya que por un lado se pusieron a disposición licencias de la plataforma Zoom y, por otro, los estudiantes ya estaban matriculados en la plataforma Moodle denominada AU24, espacio en el que interactuaron con los materiales y con los docentes. El siguiente desafío fue revisar el cronograma de cursada, ya que no se podía replicar lo planificado para una modalidad presencial, lo que nos llevó a un rediseño de la toda propuesta pedagógica, la creación de materiales didácticos y actividades nuevas. Distinguimos los temas según su complejidad y seleccionamos aquellos a los que le destinaríamos más tiempo y recursos específicos (con mayor o menor grado de interacción para que los estudiantes pudieran realizar su propio seguimiento y autoevaluación de la comprensión). Diseñamos guías didácticas que especificaban temas, materiales y fechas para orientar la planificación del estudio, realizamos videos explicativos con diferentes herramientas, propusimos actividades variadas, como por ejemplos tareas de desarrollo teórico – práctico a través de casos, cuestionarios cerrados que se autocorregían, resolución de crucigramas y sopas de letras, actividades colaborativas a través de la plataforma Padlet. Si bien en el inicio no incluimos clases sincrónicas semanales, los mismos estudiantes nos propusieron tener un espacio de encuentro para resolver dudas tanto de contenidos como de las actividades, por lo que acordamos un día y hora específicos optativo para quienes lo necesitaran. Un aspecto clave, fue el de la evaluación y acreditación de la materia, punto que también inquietó a los estudiantes en un principio. Se eliminaron los parciales habituales y se generó un conjunto de instrumentos y momentos para evaluar: cuestionarios cerrados activados por cada unidad temática, trabajos prácticos integrales, seguimiento por zoom para el desarrollo de las actividades, entre otros, lo que permitió una evaluación continua y del proceso de construcción de conocimiento que fueron evidenciando cada uno de los estudiantes. Como síntesis podemos recuperar la idea de que, a pesar de los desafíos y dificultades que fueron surgiendo, el trabajo en equipo, la reflexión de las propias prácticas y la escucha de las voces de los estudiantes, permitieron lograr un aprendizaje muy significativo y una propuesta superadora de la cursada presencial.