En el presente trabajo analizamos la concepción de la filosofía como terapia propia del Wittgenstein de las Investigaciones filosóficas. Enmarcamos nuestro análisis en una tensión propia de su pensamiento, que remite a la eficacia propia de las formas de vida (lo dado) sobre los individuos, pero que apela también a nociones como impulso, embrujo, tendencia, etc. para dar cuenta de la recurrencia de los problemas filosóficos. La noción de terapia, en la medida en que remite a estas nociones, propias de una teoría de la imaginación del siglo XVIII, representa un punto bloqueo que lleva a desconocer la conflictividad inherente a los juegos de lenguaje. Este es un límite del pensamiento de Wittgenstein, quien no reflexiona sobre lo que esta recurrencia restituye continuamente: la concepción de un sujeto autónomo, concebido como un interior sin exterior. A partir de allí establecemos una articulación con la concepción althusseriana de la ideología. Insistimos en que la reflexión sobre la percepción de aspectos profundiza el distanciamiento de Wittgenstein en relación a cualquier filosofía del juicio inscripta en la problemática antropológica y vinculamos estas consideraciones con el análisis gramatical de la noción de regla, insistiendo en los efectos de inclusión/exclusión y normalización que el mismo pone de manifiesto.