In Spanish
Este artículo propone una lectura de cómo se operó desde el “buen gusto” para proyectar espacios de poder diferenciados, que fortalecieran y legitimaran el proyecto político de la Confederación Argentina bajo la presidencia de Justo José de Urquiza. Se examina la manera en que Urquiza desarrolló cierta “sensibilidad arquitectónica” para proyectar su espacio contratando a Pietro Fossati, quien, mediante el manejo de los criterios beaux-arts, convirtió la casa del caudillo en el lugar del soberano moderno. Mientras que, para la construcción de la capital de la Confederación, Santiago Danucio construyó fachadas urbanas para hacer visible los poderes del Estado, y, de ese modo, generar cierta didáctica del buen gusto, mediante la utilización de los elementos y reglas de la antigüedad clásica.
In English
This article proposes a reading on how “good taste” was the basis to plan power spaces that would strengthen and legitimize the political project of the Argentine Confederation under the presidency of Justo José de Urquiza. It is examined the way in which Urquiza developed certain architectural sensibility to plan his space, therefore employing Pietro Fossati, who through the beaux-arts criteria transformed the house of Urquiza into the place of a modern sovereign. As for the design of the capital city, Santiago Danucio built urban facades to demonstrate the authority of the government. Thus, generating certain good taste principals, through the use of classical antiquity elements and rules.