En el panorama de la crítica literaria actual, la autobiografía y todas sus formas concomitantes parecen haber llegado a una saturación. Después de tantos estudios críticos promulgados por los franceses, y ahora, por los españoles, la pregunta pertinente sería si es posible todavía pensar la literatura del siglo XXI como una fuente inagotable de proyecciones subjetivas. En tal sentido, el extenso camino de las reflexiones sobre las diversas problemáticas surgidas de las escrituras del yo, desde los años setenta hasta la actualidad, reiniciadas en Francia por Phillipe Lejeune, profundiza en cuestiones tales como la identidad, los rasgos imprecisos del yo que los escritores manifiestan, el estilo que se adopta para expresarlo, la presencia ineludible del lector y la distancia temporal entre el yo y la escritura, son algunas de las problemáticas abordadas por las teorías de la autobiografía y de la más reciente autoficción.