Disgresiones sobre la dirección de la cura

Abstract

El enunciado "dirección de la cura" encierra para el psicoanálisis una afirmación a la que no podemos resultar indiferentes quienes nos autorizamos en su práctica, aquella de que la cura, la tan vapuleada cura, se cumplirá en la medida misma en que una dirección determinada, resulte sostenida en el interior del dispositivo analítico. Lo que no quiere decir que no sea posible imprimir en él otra dirección, sin duda lo es, sino que hay una, por lo tanto no cualquiera, que en tanto y en cuanto sea sostenida, producirá como saldo la curación. Si aludo al vapuleo al que ha estado sometido dicha cuestión de la cura en psicoanálisis, es en función del equívoco al que frecuentemente ha dado lugar la aseveración de Lacan respecto a que ésta solo llegaría por añadidura, equívoco que resulta de suponerle a esa afirmación un implícito desinterés respecto a su consecución. Si algo por el contrario se pone de manifiesto en la mencionada aseveración lacaniana, es que la cura se subordina en cuanto a su logro, de un paso sin el cual no resultaría posible de ser alcanzada. Insisto, no se trata de que el psicoanálisis desprecie la cura a expensas de algún otro fin posible, sino que tempranamente en la historia de su práctica, la experiencia freudiana testimonia de ella, se impone el hecho incontrastable de que la tan ansiada cura es subsidiara de un franqueamiento necesario, cuyo defecto sumerge a la práctica analítica en un empatanamiento en el que la cura se impotentiza.