Las aleaciones de Ni-W presentan óptima dureza y buena resistencia a la corrosión. Si los depósitos poseen tamaño de grano en el orden de las escalas nanométricas se obtienen características excepcionales en cuanto a ductilidad y resistencia térmica, que resultan particularmente útiles para proteger superficies metálicas (cobre y acero) de la corrosión. Para lograr estos objetivos es de crucial importancia controlar las variables del proceso de electrodeposición tales como densidad de corriente (constante o pulsante), composición de las soluciones, pH, temperatura del baño, y condiciones hidrodinámicas. En este trabajo se muestran los estudios realizados con superficies de aleaciones de Ni-W electrodepositadas sobre acero empleando diferentes programas de corriente pulsante, para lograr una nanoestructura que presente una óptima resistencia a la corrosión.