Probablemente el último lugar en el que uno esperaría encontrar un pez es fuera del agua, y mucho menos enterrado bajo tierra. Sin embargo, hay unos peces que viven en charcas de lluvia que se secan completamente durante largos periodos y sobreviven gracias a que tienen huevos que resisten el desecamiento enterrados en el fondo del charco. Con las llegadas de las lluvias estas charcas se llenan de agua y pequeños peces de colores eclosionan de huevos que yacían “dormidos” bajo tierra a la espera de las lluvias. Por esta razón muchas veces la gente asume que estos peces caen del cielo con la lluvia.