Normatividad en ética desde una perspectiva naturalista: un análisis cruzado entre filosofía de la biología y ética neoaristotélica

Abstract

Un fenómeno de particular relevancia internacional paralelo a la pandemia de COVID-19 ha sido la “infodemia” ligada a ella. A su vez, un género de fake news que ha mostrado ser particularmente peligroso para la salud pública son las teorías conspirativas anti-vacuna, por el hecho de que eventualmente, de existir una cantidad considerable de personas que crean en ellas y rechacen recibir la vacuna, podría dificultarse la consecución de la denominada “inmunidad de rebaño”. Los medios de comunicación, por tal, representan una espada de doble filo en este contexto, ya que si bien contribuyen a una distribución rápida de la información relacionada con los métodos de prevención del contagio, también facilitan la distribución de información errónea y/o manipulada Teniendo en cuenta la preeminente influencia de los medios en la situación de urgencia que actualmente estamos atravesando, una disciplina a primera vista importante para la búsqueda de soluciones para la reproducción de teorías conspirativas anti-vacuna es la ética de medios. No obstante, si se toma como referencia los diferentes motores de búsqueda académicos, las producciones vinculadas con esta disciplina han estado ausentes en los últimos meses, lo cual da indicios de que existen problemas meta-teóricos en esta sub-disciplina filosófica que le impiden abordar las características del fenómeno en cuestión. Teniendo en cuenta el estado de la cuestión desarrollado, es posible mencionar tres causas fundamentales de estas dificultades en la ética de medios: 1. El favorecimiento de sesgos cognitivos que es generado por las teorías conspirativas; 2. El favorecimiento de sesgos cognitivos generado por parte del paradigma post-verídico de la información asentado en los medios de comunicación contemporáneos (particularmente en las redes sociales); 3. Una metodología de análisis ético tradicional que muestra ser ineficaz en la actualidad. La hipótesis que guía esta investigación es la siguiente: el hecho de que la presencia de la ética de medios se haya vuelto prescindible a la hora de buscar soluciones a la infodemia en general y a la difusión de teorías conspirativas en particular, se debe a un supuesto inherente a gran parte de las éticas normativas tradicionales, de las que esta disciplina aplicada obtiene sus criterios de corrección moral. El supuesto en cuestión es el “modelo racionalista” de la formación de juicios morales, actualmente evidenciado como anacrónico a la luz múltiples investigaciones provenientes de la psicología moral. Una vía posible para hallar soluciones a este problema de base es la incorporación en ética de medios de un modelo de la formación de juicios morales actualizado, que permita abordar el efecto insoslayable de los sesgos cognitivos tanto tras las teorías conspirativas como tras los medios comunicacionales a través del cual estas se difunden. El modelo propuesto es el intuicionismo moral desarrollado por el psicólogo moral Jonathan Haidt (2001).