El lenguaje inclusivo no es sólo una cuestión gramática, en él se encierra una historia de desigualdades en donde las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, gays, intersex, queers y no binaries no fuimos nombrades de manera intencional. Los lugares de poder fueron históricamente ocupados por hombres y, en ese mismo sentido, suyas fueron las decisiones políticas que cimentaron las instituciones que nos rodean.
Tampoco es que nombrarnos fue el único problema, estuvimos tanto tiempo en los márgenes, entre la negación y la exclusión, que cuando empezamos a ser protagonistas de un tiempo de transformaciones, entendimos que teníamos la posibilidad de contar la historia desde nuestras experiencias y con nuestras miradas.
A partir de distintos procesos políticos regionales que se dieron en conjunto en Nuestramérica -pero que también tuvieron sus particularidades en cada territorio-, vinculados con el reconocimiento de derechos que habían sido postergados, las mujeres, lesbianas, travestis, trans, bisexuales, gays, intersex, queers y no binaries comenzamos a disputar el poder político y de manera consecuente, logramos ganar algunos espacios; fue entonces que la concepción de ciudadanía debió ser reconfigurada y esto nos obligó a pensar nuevas categorías y maneras de nombrar.
Hablar de lenguaje inclusivo es hablar de contextos políticos e históricos, de reconocimiento de derechos, de políticas reparatorias y también de retrocesos y contradicciones. Implica hacer una revisión histórica y analizar los lugares que ocupamos (y los que nos tocaron) en cada período, las opresiones que sufrieron nuestros pueblos, y por, sobre todo, nos obliga a hablar de violencias y desigualdades. Hablar en lenguaje inclusivo es interpelar, es molestar e incomodar y también una posibilidad de narrarnos y situarnos en el presente.
Este TIF indaga en el uso del lenguaje inclusivo en clave política, histórica y contextual, recorre las políticas de gestión de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP que acompaña las trayectorias estudiantiles respetando de manera íntegra la Ley de identidad de género y recupera las voces de las juventudes para incorporarlas en un análisis.