El significado de la palabra vocación, en este caso de la Ortopedia y Traumatología (VOT), proviene del latín “vocatio” que significa llamado para una misión útil para el hombre y la sociedad toda.
La condición fue señalada desde la antigüedad, así la Biblia menciona que hay diversidad de dones otorgados para el bien común, los que serían como un “fuego sagrado”, en nuestro caso, la curación. Supone una acción, como servicio o ayuda, con dedicación expresa que hace vivir a la persona de su ejercicio laboral.
La especialidad abarca la ciencia y el arte clínico-quirúrgico del aparato locomotor y el raquis.
Amoli la ubica a esta como una actividad profesional denominada “workforce” por la cirugía musculoesquelética diferenciándola de partes blandas como la Cirugía Plástica.
La VOT da “sentido a la vida“. Rao y cols. consideran esta decisión como importante, compleja e individual con componentes inexplicables.
Según Stabile, la VOT busca identidades sólidas y autónomas, relacionando lo personal con lo institucional, así como un proyecto económico, con un laborioso destino final de acuerdo con Johnson. El momento cronológico de decisión categórica de una vocación es, muchas veces, dificultoso y en situación vital de transición psicológica con otras exigencias, como la independencia de la vida familiar o personal, la concreción afectiva, etc.
También es partícipe la implicancia demográfica, la ubicación en la realización del ejercicio y la procedencia del ortopedista. La incertidumbre de la decisión se definirá por la más deseada, ya que se tienen capacidades o intereses para varias opciones. Existen escuelas alemanas que señalan como frecuente el cambio de la VOT en los años mayores, alrededor de los 50, sobre quienes tienen actividad profesional.
En las condiciones salientes precoces del futuro médico ortopedista, está su aptitud e interés con motivación primaria por las ciencias naturales.
Varias cualidades personales convergentes son descritas por Guerado Parra para la realización futura. Ejemplo, la disposición de asistir a otras personas en forma refleja, con dedicación y continuidad, el razonamiento o saber pensar, discernimiento, modestia, responsabilidad, la inquietud por los conocimientos significativos y la búsqueda de soluciones.