El 14 de abril de 1816 llegaba a Buenos Aires la jubilosa noticia de que el 24 de marzo anterior habíase instalado en San Miguel de Tucumán el Congreso de las Provincias del Río de la Plata. Acontecimiento anhelosamente aguardado por los pueblos que a él habían enviado sus representantes, su conocimiento provocó en la ciudad porteña vivas muestras de satisfacción. Por bando publicado ese mismo día el Director Álvarez Thomas convocó a las corporaciones, jefes militares y funcionarios del Estado a concurrir a las Casas Consistoriales el día 15, a las 10 de la mañana, a fin de presenciar el juramento público de reconocimiento y obediencia al Congreso que, de acuerdo con lo dispuesto por este último, debía prestar ante el Ayuntamiento y que, acto seguido, recibiría, a su vez, de todos en la Fortaleza.