En especial, la autora nos ofrece su indagación sobre el vínculo que se genera entre la esfera militar y la alimentación de los habitantes que nos cruzamos regularmente por la calle, incluidos los niños. Especialista en temas de gastronomía y tecnología de los alimentos, Marx de Salcedo comienza su obra relatando las vicisitudes nutricionales de un grupo de soldados en un búnker en Kuwait, mientras esperaban la caída de misiles Scud. Era el año 2003 y las tropas norteamericanas avanzaban sobre Irak. Inmediatamente, afirma que es difícil imaginar una ligazón entre esa ración de comida en ese lugar tan lejano e inhóspito, con la que normalmente abunda en las “neveras, armarios y estantes” de Norteamérica. Al final del libro, sin embargo, esa dificultad quedará desvanecida.