Se sabe por qué fases ha pasado esta cuestión de la nutrición azoada de las leguminosas, desde las primeras investigaciones de Boussingault hasta las de d’Hellriegel y Wilfartg, que arrojaron una luz casi completa sobre este asunto. Como dignos continuadores del malogrado d'Hellriegel, es necesario citar á Beyerinck, que precisó la naturaleza de las nudosidades, y a Nobbe que ha procurado utilizar el descubrimiento del agrónomo de Pernbourg.