Existe en la contemporaneidad un complejo de prácticas ligadas a la producción y el intercambio de imágenes fotográficas digitales que ha sido denominado postfotografía (ver Fontcuberta, [2016] 2017). En este marco, se reconoce un conjunto de fenómenos que consiste en el intercambio de fotografías a través de las plataformas de múltiples redes sociales de Internet. Las distintas posibilidades que abre cada una de estas redes para la obtención, manipulación, edición, publicación y envío de las fotografías instauran regulaciones específicas que, en cada caso, modelan de un modo diverso la imagen fotográfica digital. En el presente trabajo nos proponemos revisar tres de esos funcionamientos, trabajando con la noción de dispositivo (Traversa, 2001). Para ello, circunscribimos para el análisis ciertos usos específicos de algunas redes sociales que involucran la generación, edición y difusión de fotografías, con el objetivo de caracterizar las variaciones que se producen sobre el estatuto que tradicionalmente caracterizó la imagen fotográfica (Barthes, [1980] 1989) y sus efectos enunciativos: hemos escogido el uso canónico de Instagram, las imágenes tipo snap de la red Snapchat, y las historias o stories, también inauguradas por Snapchat, pero luego adoptadas por otras redes (fundamentalmente, Instagram).