Caseros determina una nueva estructuración del país. La aparente unidad existente durante la dictadura no logra, a su caída, conformarse en Nación organizada.
El enfrentamiento de Buenos Aires con el resto de las provincias argentinas, consecuencia de causas profundas y constitutivas, hace que éstas, abandonadas por su hermana mayor, se organicen constitucionalmente en Santa Fe; determinación que no involucra ruptura definitiva ya que en ambas partes prima el sentimiento de organización y unificación que recién triunfará en 1860.
Impulsada por los acontecimientos la provincia se lanza a la búsqueda de su propia constitución y 10 hace, precisamente, en uno de los momentos más difíciles de su historia, cuando sus propios hijos no aciertan a acordar sus miras y los alcances de la política a seguir para lograr su único y mismo fin que es la integridad nacional.