Cuando comenzamos a trabajar sobre la obra de Manuel Puig. en el marco de un seminario dictado por el profesor Amícola en 1991, no podíamos imaginar ni en nuestros sueños más delirantes que íbamos a acceder a manuscritos, primeras versiones de sus novelas y guiones inéditos del escritor. Del seminario surgió un conjunto de trabajos que llevamos a un homenaje en General Villegas en abril de 1992 y a partir de allí la formación de un equipo de investigación. A principios de este año fuimos a conocer a Malena Puig -la madre de Manuel Puig- y a ponemos en contacto con la familia. De esa reunión surgió la posibilidad de que nuestro grupo se encargara del relevamiento y clasificación de los materiales dejados por el escritor en su casa de Cuernavaca, los cuales habían estado guardados en la Universidad de Princeton. Agradecemos la confianza que nuestro director depositó en nosotras al permitimos acceder a un material que pocos críticos tienen el privilegio de cotejar y la hospitalidad de la familia Puig, que cada semana se esmera en hacer nuestro trabajo más agradable.