En el Greenwich Village un argentino exiliado de 74 años le paga a Larry, treintañero y profesor de historia fuera de funciones, para que empuje su silla de ruedas. Pero no es ese el móvil verdadero. Ramirez, como en los mejores telefilms, padece de amnesia y sorbe a Larry la memoria de sus experiencias para reconstruir la imagen conjetural de las percepciones perdidas, asi como de relaciones personales.