Es claro que nuestro punto de partida es el presente. Sin embargo, es preciso recurrir al pasado para comprender ciertos aspectos de esta realidad que nos ocupa, es preciso mostrar que no es “natural” que las cosas sean de este modo y ello no se logra sino revisando la historia, mostrando que nada de inocente hay en el modo en que se interpretan los hechos, que las “cosas” no han sido siempre así y por tanto que podrían ser de otro modo. Se podría decir que en el gran calidoscopio de la teoría, cada parte forma el todo, pero ¿qué todo? Esta es la pregunta que intentaremos responder, y para ello es preciso analizar cómo fue que cada parte se fue ubicando, qué lugar le fue asignado y en todo caso, ¿para qué le fue asignado?.