Este trabajo tiene como objetivo plantear tres posibles modelos de imputación penal para abordar aquel momento en los cuales los vehículos totalmente autónomos superen el riesgo permitido. Partiré sobre la base de que la conducción autónoma es aceptada como un riesgo jurídicamente permitido, al igual que los vehículos convencionales en la actualidad, para luego desarrollar diferentes encuadres dentro de la dogmática penal que van desde una Inteligencia Artificial imputable, pasando por una inimputable hasta terminar con la posibilidad de que sea considerada como fuente de peligro con el fin de dar soluciones de análisis penal a dichos casos.