El 24 de febrero de 1946 y sostenido por un diverso espectro de fuerzas políticas, Juan Domingo Perón gana las elecciones presidenciales argentinas. Sobre las bases de la «arquitectura moral de la Revolución del 4 de junio de 1943», inaugura un gobierno nacionalista y popular que, a partir de la redistribución del ingreso procedente de las exportaciones agropecuarias argentinas en favor de la pequeña y mediana industria del país, con un mercado interno ampliado y enarbolando las banderas de la doctrinaria «tercera posición», consolida los rasgos de la «Nueva Argentina» y se dispone a «implantar la justicia social, estableciendo las bases de la recuperación nacional», que se plasman simbólicamente en 1947 cuando Perón suscribe en Tucumán ei Acta de la Independencia Económica.