En el contexto de la política de la corona española en Indias, Estado e Iglesia parecían indisolublemente unidas. La idea de unidad religiosa como garantía de la unidad de la política interna, como signo de lealtad al rey y como una forma de control de la población por parte de la monarquía, colocaba a la Iglesia en el centro de la cuestión y convertía a la fe religiosa en una razón de Estado.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)