Muchas veces el debate educativo aparece desplegado en torno a la bipolaridad entre la enseñanza tradicional y otra de matriz constructivista, más abierta a incorporar la complejidad de los tiempos actuales.
En este caso, y teniendo como marco geográfico y social el distrito escolar 19 -1- de la ciudad de Buenos Aires (Argentina), intentaré definir también dos polos que ayuden a comprender la realidad con que a menudo interactuamos como docentes. La bipolaridad se utiliza aquí como un facilitador del análisis, cayendo en ciertos riesgos de simplificación de realidades que suelen darse de modo más complejo o matizado. No se ignora la compleja realidad social y educativa de una comunidad, pero dicha característica no tiene que ser una limitante o una excusa para no arribar a cierto de tipo de conocimiento o elaborar conclusiones, si bien limitadas, no por eso menos válidas a la hora de reflexionar sobre la educación.
Aquí delimitaré dos tipos de escuelas, definidas por distintos grupos poblacionales que concurren a ellas, como también por diferentes concepciones de la comunidad y de los propios docentes acerca del enseñar y el aprender. Simplificando, a uno de los tipos de escuela concurre población de lo que podríamos llamar clase media baja y al otro personas que pertenecen a los estratos más desfavorecidos. Uno y otro polo son muchas veces difusos, como se apuntó.
El presente trabajo aborda la situación pensando en el distrito 19 de la ciudad de Buenos Aires, donde desarrollo mi labor profesional, y en los barrios de Pompeya; Bajo Flores y Villa Soldati, lo que no quita que el tema que aborda pueda verse reflejado en otros distritos o ciudades de nuestro país o incluso, por qué no, en otros países.