Durante los últimos años, en todo el mundo, la sinología ha experimentado un dinamismo sin parangón, con el surgimiento de investigaciones, libros y publicaciones a una escala e intensidad como nunca antes. Este fenómeno dice relación con la reemergencia de China como potencia global, que ha fomentado el interés en la búsqueda de explicaciones y/o análisis que respondan a las interrogantes que genera este renovado protagonismo del gigante asiático en el concierto internacional.
América Latina, no exenta de esto, también ha vivenciado un aumento significativo en la atención que China ha despertado entre sus académicos e intelectuales; jóvenes investigadores se adentran en el estudio del que es denominado un Estado-civilización (Zhang, 2017), así como figuras ya consagradas redireccionan su quehacer para ahondar en materias relativas a China. Sin embargo ¿hacia dónde va la sinología en la región? ¿en qué aspectos están en deuda los estudios sobre China en esta zona del planeta? ¿qué problemas debiese sortear para avanzar hacia una etapa superior?