En artículos propios anteriores, se desarrollaron las lecturas políticas coyunturales posibles (2019a, 2019b) así como los antecedentes (2019c) de las protestas que se iniciaron el 17 de octubre de 2019 en el Líbano, las más importantes desde las que promovieron la salida de Siria en 2005 (Khatib, 2019). En ese contexto, uno de los actores colectivos que lograron protagonismo en este alzamiento han sido las mujeres. El objetivo de este trabajo es dar una primera mirada a ese fenómeno, poniendo énfasis en la participación política de las mujeres en el Líbano.
La participación de la mujer en la vida político-institucional del Líbano es una marginalidad marcada.
Al hablar de marginación político-institucional, se hace particular referencia a su apartamiento de los dos poderes que encabezan los procesos de toma de decisiones en ese país: el Poder Legislativo, con la Cámara de Diputados, y el Poder Ejecutivo, investido en el Consejo de Ministros. No se hará mención a la Presidencia de la República simplemente porque, desde su constitución como Estado independiente en 1943, el Líbano nunca ha tenido una presidenta.
El marco temporal elegido toma en cuenta el decenio 2009-2019. Ello responde a la elección parlamentaria de 2009, y los subsecuentes gobiernos formados en 2009, 2011, 2014 y 2016, y la elección parlamentaria de 2018, que habilitó la formación de un nuevo gobierno en enero de 2019. Siendo que se analizará la participación política de las mujeres especialmente en el Parlamento y el Gabinete, resultó adecuado adoptar el marco mencionado.