Los/as especialistas que se han volcado a la investigación de la historia del teatro español, coinciden en que, entre los siglos XVI y XVII, se asiste a los primeros desarrollos de su profesionalización y consolidación, destacando diversos procesos confluyentes e interrelacionados: laformación de espacios cuya finalidad única es la de la explotación comercial de los espectáculos (los corrales); la consolidación de la actuación como un oficio “respetable” y sustentable; la organización de los actores/actrices en compañías; el aumento y circulación de los textos dramáticos; el desarrollo del consumo teatral y la consecuente formación de “públicos”; la utilización de los espectáculos teatrales como herramienta de dominio social y despliegue de poder político. Esto, en un contexto donde el rol del arte, de la actividad artística y/o del entretenimiento, se ve atravesado por la aparición de nuevas relaciones de poder ligadas al desarrollo del Estado absolutista, las reformas católicas y la expansión ultramarina.