La intención del presente informe es mostrar los avances como una continuación del periodo de negociaciones desde la edición pasada y demostrar la complejidad que ha desencadenado el euroescepticismo británico, donde aún el tercer Primer Ministro desde el referendum no pudo concluir un acuerdo sobre el futuro de las relaciones RU-UE. La Unión no ha cedido en sus intereses ni en la protección celosa de los mismos.
Una vez alcanzado el acuerdo de salida, sus negociaciones se insertan en un contexto de pandemia con consecuencias sanitarias y económicas de dimensiones catastróficas. Si el Brexit ya tenía una pesada carga de contención a los sectores más damnificados con el desacople, esta financiación se tiene que estirar para sumar a su cartera a los sectores golpeados por el lockdown.