Durante los últimos años se ha progresado mucho en el terreno de aislar los efectos de los mecanismos de defensas de las plantas ante los diferentes tipos de estrés (Baldwin et al., 1998; Martín et al., 2003), estableciendo los costos posibles de su presencia (Cipollini, 1998, 2003; Cipollini & Bergelson, 2002, 2003), las vías metabólicas en que se basan (Agrawal et al., 2002; Shaoxing et al, 2002), así como el impacto ambiental que tienen ambos grupos de respuestas de defensas en un planteo sustentable de producción (Cipollini et al., 2003). El avance en los estudios proteómicos, ha permitido establecer que el número de componentes involucrados en los mecanismos de defensa son relativamente pocos. Esto sugeriría que ciertos genes tendrían dobles roles, en los procesos de defensa de las plantas y en otros procesos esenciales (Martín et al., 2003). Sin embargo, la función precisa de los genes relacionados con el estrés aún no es clara, aunque existe evidencia que su patrón de expresión sugiere una fuerte asociación entre su función y la tolerancia al estrés.
La selección tradicional, o asistida por marcadores, conjuntamente con técnicas de clonado y secuenciación de genes de tolerancia, específica e inespecífica, a hormonas inducidas por estrés, pondrá a disposición genes de tolerancia a diversos factores bióticos y abióticos, aumentándose la productividad de los sistemas agropecuarios a costos económicos y ecológicos reducidos. Por esto el objetivo de este trabajo ha sido identificar genes responsables de la tolerancia a etileno, en líneas doble haploides recombinantes del cromosoma 6A de trigo (Triticum aestivum). La identificación de los componentes genéticos de la tolerancia al estrés, es un requisito indispensable para asegurar nuevos progresos productivos por vía de la mejora genética.