Con un mundo paralizado por la pandemia COVID-19, la disputa por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha sido uno de los temas más candentes que ha atravesado la región de América Latina y el Caribe. Por primera vez en la historia, la presidencia de uno de los engranajes claves del sistema interamericano recayó en manos de un norteamericano.
Este artículo argumenta que la pelea por el BID evidenció la fractura del concierto latinoamericano de naciones.
La región fue incapaz de encolumnarse detrás de un candidato que le permitiera quedarse con la presidencia del organismo, situación que fue aprovechada por los Estados Unidos para colocar a Claver-Carone a la cabeza del organismo.
El trabajo indaga en la pelea por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), concentrándose, en primer lugar, en la importancia del organismo para los países de la región. Posteriormente, se abordan las razones geopolíticas -entendidas en un contexto internacional de bipolaridad emergente- que llevaron a Donald Trump a querer quedarse con la presidencia del organismo; así como también la problemática de la fragmentación regional y el rol que ocupó Latinoamérica en esta contienda donde primó el sálvese quien pueda sobre la concertación. Finalmente, y a modo de cierre, esbozaremos unas reflexiones de cara al mundo post-pandémico.