La poesía épica antigua, debido a su lejanía temporal y a las características peculiares del contexto específico de su creación, resulta inicialmente un reto intelectual en la formación literaria de los alumnos del sistema de pregrado de la UNLP. La propuesta que aquí presentamos se centra en la superación de ese aparente escollo a partir de la formulación del género como el marco privilegiado en el que autores de la talla de Homero realizaron una proyección de sus protagonistas que en cierta medida refleja la dinámica moral, psicológica y espiritual del crecimiento (un proceso de índole interior y subjetiva tanto para los personajes como para los lectores) en una dramatización objetiva. Así la épica, como siglos más tarde lo haría el Bildungsroman o “novela de formación o aprendizaje”, resulta la encargada de exponer un viaje interior que se inicia con la premisa de que el conocimiento del ser es el primer paso en la tarea de alcanzar la madurez. Una vez superada esta etapa, el personaje debe llegar a la aceptación de su esencia para que de esta manera la posibilidad de una nueva forma de vida –que bien puede elegir o no, pero que al menos ya está en condiciones de comprender– se abra ante él. El “viaje heroico” puede interpretarse entonces como una “metáfora del crecimiento”, un viaje que presenta una doble faceta interesante para su acercamiento a los lectores adolescentes del siglo XXI: se realiza al interior del héroe en el contexto de la obra, pero lo que resulta más importante, se realiza al mismo tiempo al interior de esos lectores en su proyección interpretativa.