En Foucault, nos encontramos principalmente con dos usos del término “disciplina”. Uno en el orden del saber y otro en el del poder. Pero, es necesario subrayarlo, no se trata de dos conceptos distintos. A pesar de que la cuestión de la disciplina desde el punto de vista del poder, es decir, de esas formas de ejercicio del poder que tienen por objeto los cuerpos y por objetivo su normalización, haya sido la que mayormente ha ocupado a los especialistas e interesado a los lectores; no se puede dejar de lado el uso discursivo del concepto de disciplina. Este uso resulta particularmente interesante para iluminar el modo en que Foucault concibe las relaciones entre el saber y el poder. La finalidad del presente artículo es, precisamente, exponer ambos sentidos y sus nexos.