Al hablar de la didáctica en el campo de las ciencias de la educación, surgen algunas malas interpretaciones que no son casuales, sino que obedecen al peso de diferentes paradigmas no ingenuos en cuanto a las concepciones de la enseñanza. Tales paradigmas contribuyen a naturalizar y esencializar el ejercicio de la práctica docente, la cual queda atrapada entre un vocacionalismo de corte espiritualista y, en el otro extremo, un reduccionismo instrumental a posiciones técnicas.