En pocos decenios se ha pasado de una práctica elitista o cerrada, a una de masa, las inversiones públicas y privadas en estructura, instalaciones y equipos, están considerablemente aumentadas, el número de ocupados en el sector deportivo está en crecimiento constante, las noticias deportivas ocupan establemente en los medios fracciones de espacio y de tiempo que están solo raramente reservados a otras discusiones, los campeones del deporte son, a la par de los divos del espectáculo, personajes conocidos y celebridades y la política desde hace tiempo ha aprendido a usar el deporte (a articular los éxitos deportivos) como un potente instrumento de consenso. El deporte practicado y además frecuentemente defendido, hablado, se ha vuelto el principal lugar del tiempo libre y uno de los más importantes centros de agregación social, tanto en los países ricos, como en las áreas más pobres del planeta. Diferentes indicadores subrayan estas tendencias: en los últimos años se ha asistido a una rápida evolución de la tecnología (no siempre lícita) aplicada al deporte, a un continuo aumento de las performances competitivas en todas las disciplinas deportivas, a un progresivo crecimiento de la investigación en el campo de la actividad física.