El ingreso de estudiantes a la vida universitaria con un criterio de inclusividad no refiere solamente a una cuestión de cantidad, más estudiantes dentro de las aulas, sino también, y no menos importante, a una cuestión de calidad. Esto último implica que, para poder atender a las diversas demandas del estudiantado, la institución debe acompañarles considerando sus concepciones y saberes, entre otros aspectos. En el caso de las carreras de Música de la Facultad de Artes, en los últimos años, más del 30% de lxs ingresantes manifestó no contar con estudios musicales específicos previos. Las investigaciones en psicología de la música y del desarrollo que la música muestra que su práctica y su experiencia integran el desarrollo humano desde la infancia temprana y aún antes, atestiguando la presencia de un mundo musical antes de la academia. Muchxs de lxs estudiantes ingresantes poseen un sentido común acerca de la música informado por concepciones derivadas del modelo conservatorio (la ontología de la música como objeto y como contemplación y la notación musical tradicional como vía de acceso primordial hacia el conocimiento musical), el cual condiciona sus vivencias en torno a la música y las significaciones que a éstas les asignan, impidiéndoles, en muchos casos, valorar aquellas experiencias musicales que se desarrollan por fuera de las ontologías privilegiadas por el paradigma mencionado.