El trabajo de graduación está pensado para generar una interconexión entre los sentimientos y las ausencias que siente un enfermo mental con el resto de la sociedad, haciéndolo posible a través del juego de las figuras retoricas, utilizando la cerámica como vehículo para poder lograr tal fin. Trabajé con papel cerámico, en la mayoría de las piezas produciendo “piel” o posibles “capas” sobre personas de diferentes edades y en diferentes situaciones cotidianas. Simulando individuos que están pasando por una patología psiquiátrica especifica. Esta técnica me permite delicadeza al momento de presentar las supuestas “partes del cuerpo”, dándome la posibilidad de jugar con las escalas, texturas y finitud con la que se puede trabajar el material. Así mismo, jugué con la superposición de capas logrando metaforizar los diferentes momentos por los que atraviesa una persona con tal patología. Poder persuadir a través del montaje y luego las fotografías, los distintos manejos del lenguaje retórico, esos momentos difíciles por lo cual, un enfermo y su entorno cotidiano viven día tras día. Poder “ponernos” en esa piel, por un instante y tratar de incluirlos en la sociedad.