En español
Los actuales Diseños Curriculares para el Nivel Inicial y la Educación Primaria del Gobierno de la Provincia de Buenos Aires 2008, han mostrado en el área de Educación Física un gran interés por reivindicar y exigir la enseñanza del juego. En su lectura se puede apreciar que al profesor del área se le requiere que 'enriquezca', 'amplie', 'complejice', 'multiplique', y principalmente 'promueva' las experiencias de juego, por lo que posicionaría al profesor como 'mediador' quien 'dispondría' los recursos para el 'normal desarrollo' de ese jugar que porta cada niño/a. El espacio de la enseñanza de los juegos y el jugar no es un ámbito aproblemático siendo necesario actuar, exigir, persuadir construyendo el significado del juego y del jugar dentro del marco de la escuela distinguiendo el 'buen jugar' o el 'juego verdadero' del que no lo es. Esta sospecha nos llevó a reflexionar sobre cuales son las condiciones de la práctica que posibilitarían la producción de una forma de experiencia de juego, que a su vez llevara a una forma de subjetivación. Desde éste punto de vista, la educación física no sólo enseñaría el significado y el sentido del juego, sino que además enseñaría a ser jugador y lo que ser un 'buen' jugador significa.
En inglés
The current Curriculum Design for Kindergarten and Primary Education set by the Government of the Province of Buenos Aires in 2008, has showed great interest to recover and demand from the teacher, the 'enrichment', 'extension', 'improvement', 'multiplication' and mainly 'promotion' of game experiences. As a consequence, the teacher´s role would be that of a mediator who has the resources for the 'usual development' of the inner quality to play that every child possesses. Teaching games and how to play is not a 'free-from-problem' ground. On the contrary, it is usually necessary to act, demand and persuade in order to build up the true meaning of the game and playing within the school frame and making a point of the difference between what 'playing well' or 'true game' is and what is not. This suspicion lead us to reflect on which qualities of the practice would help to create the ideal setting for a game experience which, in turn, would take us to a kind of subjectivation. From all this, physical education would not only teach the meaning and objective of the game in itself, but it would also teach students how to be players and what being a 'good' player implies.