La expansión en la mayoría de las ciudades argentinas en los últimos 30 años estuvo marcada por ciertas dinámicas políticas, económicas y sociales que podrían definir un nuevo patrón de producción del espacio urbano. Se configuró un modelo de ciudad expoliativo donde se profundizan los procesos de segregación y se reconfiguran las formas de acceso a los servicios urbanos por parte de la ciudadanía. La expansión en horizontal (o suburbanización) de las ciudades en nuestra región toma dos grandes modalidades como protagonistas, por un lado la producción de suelo para consumo de sectores medios y altos a través de distintas morfologías de urbanizaciones cerradas, y en su contracara, el acceso a este bien escaso e inelástico partir de tomas de tierras públicas o privadas. Por supuesto que también se sostienen las dinámicas mercantiles tradicionales, pero no son las protagonistas de estas líneas de indagación. Estas particularidades llaman la atención en tanto ambos procesos de expansión de la ciudad, en apariencia antagónicos tanto por su morfología, como por sus protagonistas e impacto mediático, nos muestran ciertas coincidencias que pueden ser atribuidas a sus orígenes, es decir: la desigualdad característica de nuestra sociedad en el marco de la inserción dependiente al capitalismo global y la consecuente proliferación de ciudades desiguales y segregadas.