Una regulación adecuada de la etapa preliminar podría constituirse una herramienta útil para la eficacia del proceso, e incluso para evitar la litigiosidad innecesaria. La regulación actual, restrictiva y asistemática ha demostrado magros resultados. En la actualidad, transitamos un proceso de reforma del Código procesal Civil y Comercial de la Nación y de la Provincia de Buenos Aires, por lo que resulta oportuno analizar y reflexionar sobre los alcances y perspectivas de las regulaciones propuestas.